Con este post, no solo vamos a conocer las básicas normas de seguridad en el taller. También veremos los riesgos más habituales a los que nos exponemos en nuestro trabajo del día a día y las medidas preventivas que podemos aplicar para evitarlos.
Los datos que encontraréis en este post, están basados en estudios estadísticos recogidos de cientos de talleres como el tuyo. Por eso, desde autodemia, pensamos que dedicar 10 minutos a leer éste contenido puede ayudarte a tomar acciones decisivas para el bienestar de todos los miembros de tu organización. Podéis también ampliar la información descargando la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
El objetivo no es otro que a traves de unas minimas normas de seguridad en el taller, contribuir a mejorar la seguridad y la salud del sector que como sabemos, por su tipología de actividad, presenta altos riesgos.
Se identifican 5 causas de riesgos en los talleres:
1) Empezamos con los riesgos derivados de la falta de orden y limpieza del lugar de trabajo:
- En muchas ocasiones, encontramos que determinados trabajos, requieren el uso de herramientas eléctricas como taladros, radiales, pistolas neumáticas, etc, cuyos cables y mangueras quedan en las zonas de paso. O bien dejamos piezas de los vehículos tiradas en el suelo. Es el caso de baterías, neumáticos, etc… Esto puede implicar caídas graves por tropiezos y resbalones. Evitemos por lo tanto dejar objetos tirados en el suelo de tal manera que las zonas de trabajo estén libres de obstáculos. Especial atención con las salidas previstas para la evacuación en caso de emergencia.
- Prestemos atención a que estos objetos no bloqueen los sumideros. Si por cualquier circunstancia hubiera un vertido accidental, debemos recogerlo inmediatamente, usando los materiales absorbentes y evitando que llegue al desagüe.
- Recuerda que los equipos de extinción de incendios o los de protección personal deben permanecer libres de acceso y siempre visibles. Te recomendamos que una vez al mes, recuerdes a tu equipo la ubicación de los extintores y demás elementos.
- Coloca el material que no se va a utilizar de manera inminente en zonas de almacenamiento como estanterías. De tal manera que los objetos más pesados queden en la parte inferior. Evita apilar verticalmente muchos objetos ya que la carga se hará muy inestable.
- Recuerda que la normativa exige disponer de contenedores específicos para los residuos. Por lo que debemos depositar los mismos tan pronto como sea posible.
- Acostumbrate a recoger y limpiar las herramientas, piezas y otros equipos una vez hayas terminado el trabajo.
2) Pasamos ahora a revisar los riesgos por manipulación de carga:
- En este caso, la mayor parte de los accidentes se producen por acarrear demasiada carga y por levantar el peso sin la posición adecuada. Evitaremos estos problemas, utilizando medios como carros, grúas o elevadores. Y si no fuera posible, solicita ayuda a un compañero.
- Golpes de objetos durante la manipulación. A todos los que trabajamos en el taller, se nos hace familiar el peligro de un motor colgado de la pluma cuando éste se desestabiliza. Por eso debemos asegurar que el material esté suficientemente estable. También que no contenga trazos de materiales resbaladizos y que su temperatura sea adecuada para transportarla.
- Cortes en las manos. Para ello nada más sencillo y económico que el uso de guantes de calidad homologados.
En cualquier caso, recuerda que debes asegurar un buen apoyo en los pies y que éstos deben estar ligeramente separados. Nos agacharemos manteniendo la espalda recta, flexionando las rodillas y levantaremos la carga usando los músculos de las piernas. Evitaremos por tanto tirar del peso con la espalda. Durante el desplazamiento, daremos pasos muy cortos y evitaremos los giros de cintura.
3) Revisamos ahora la tercera causa de accidentes, que son los riesgos eléctricos:
- Como no podía ser de otra manera, la mayor parte de accidentes eléctricos se deben a contactos directos con elementos del vehículo que se encuentran en tensión. Esto es especialmente importante si trabajamos con vehículos eléctricos en alta tensión. Para saber más, recuerda que en autodemia tienes un curso específico en manipulación de la alta tensión. Como medida preventiva, recuerda no realizar estos trabajos por personal no cualificado o sin los debidos equipos e instalaciones adecuadas.
- Otro foco de riesgo eléctrico lo representa el contacto con elementos metálicos sometidos a tensión. Por eso es esencial no sobrecargar los enchufes de tu instalación. Además puedes comprobar si las tomas de corriente de tu local están debidamente identificadas: violeta para tomas de 12 a 24 voltios, azul para la instalación monofásica de 230 voltios y rojo para las trifásica de 380 voltios.
- Las quemaduras por arco eléctrico, suponen el tercer riesgo eléctrico. Se produce por cortocircuitos durante la instalación o manipulación de elementos en el taller. Podemos evitarlo alejando estas instalaciones de zonas que puedan deteriorarse por humedades, paso constante de vehículos, etc. Recuerda además revisar el estado de los cables antes de enchufarlos a la red eléctrica.
Otras medidas preventivas efectivas pueden ser mantener las puertas de los cuadros cerradas con candado, marcarlas con la obligatoria indicación, desconectar las herramientas eléctricas al acabar de usarlas y jamás usarlas en ambientes húmedos.
Recuerda por último, que jamás debes apagar un fuego eléctrico con agua. Utiliza los extintores con el agente adecuado.
4) Riesgos derivados del mal uso de las herramientas manuales:
- Los cortes e impactos son sin duda las principales causas. Todos en el taller hemos recibido en algún momento un golpe con un martillo, o al tratar de aflojar o apretar algún elemento mecánico. En este sentido, la elección de la herramienta adecuada para cada trabajo, puede ser determinante. Un hábito de todo buen técnico, es procurar mantener brazo y mano alineados, evitando tener la muñeca flexionada. También debemos prestar atención a la limpieza de la herramienta. Una llave impregnada de aceite puede resbalar y ser causa de accidente.
- Impacto de fragmentos en trabajos con taladros, lijadoras o radiales. Todo esto es evitable con el uso del preceptivo equipo de protección para cada actividad (gafas adecuadas, calzado de seguridad, guantes anticortes…)
- Lesiones musculares por posturas inadecuadas durante el uso de determinadas herramientas. Destaca en el informe el número de accidentes que se producen por el mal uso de las escaleras en el taller. Por eso es importante leer atentamente las instrucciones del fabricante que debe siempre contemplar las recomendaciones para la manipulación.
- Caída de herramientas pesadas. Una vez más, se impone el uso de equipos de protección y seguir las recomendaciones anteriores.
Como resumen general, os dejamos algunas normas de seguridad en el taller que consideramos básicas para nuestro sector y de fácil implementación:
- Respetar el uso específico de cada herramienta
- Tener a mano de los mecánicos todos los equipos de protección reglamentarios
- Nunca usar equipos para los que no estemos debidamente capacitados
- Controlar regularmente que disponemos de los dispositivos de protección
- Leer atentamente las instrucciones de uso de cada herramienta
- Comprobar antes de su uso el estado de cables, interruptores y enchufes
- Controlar regularmente el estado de la herramienta y útiles del taller (elevadores, prensas, escaleras, etc)
- No sobrecargar el elevador bajo ninguna circunstancia.
- Evitemos la ropa de trabajo holgada o cualquier complemento no necesario que pueda engancharse en las zonas de trabajo
- Recogete el cabello si éste es especialmente largo
Y hasta aquí este post que contiene una lista de recomendaciones ante los riesgos más comunes en los talleres. Recuerda que cualquier aportación será más que bienvenida!!
Seguimos!!